Martes 20 de Agosto, 06:44

El Gobierno elimina precios máximos de garrafas de gas

Política y Economía | La Secretaría de Energía, encabezada por Eduardo Rodríguez Chirillo, desreguló el mercado de las garrafas de Gas Licuado de Petróleo (GLP), eliminando los precios máximos y estableciendo valores de referencia. La medida podría afectar a más de 20 millones de personas que dependen de este insumo esencial para sus hogares.


La Secretaría de Energía, bajo la dirección de Eduardo Rodríguez Chirillo, publicó este lunes en el Boletín Oficial la Resolución 216/2024, que elimina los precios máximos para las garrafas de Gas Licuado de Petróleo (GLP) envasado.

A partir de ahora, serán las empresas las encargadas de definir el costo de este insumo fundamental, que es utilizado por el 43,9% de la población argentina, según los datos del censo 2022, lo que equivale a 20.034.720 personas que no tienen acceso a la red de gas natural.

La medida forma parte de una estrategia más amplia del gobierno para desregular el mercado energético, siguiendo lo dispuesto en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023.

Este DNU establece como política nacional el libre funcionamiento de los mercados energéticos, lo que ha llevado a la eliminación de las regulaciones de precios en el sector del GLP.

En lugar de los precios máximos, la Secretaría de Energía ha dispuesto que se establecerán "Precios de Referencia" para el GLP en sus etapas de fraccionamiento, distribución y venta al público.

Estos precios no tendrán un tope, permitiendo que las empresas ajusten los valores según los costos observados en los diferentes segmentos del mercado.

La Resolución argumenta que la eliminación de los precios máximos busca "no obstruir el ejercicio de las libertades individuales en el ámbito contractual" y fomentar "una mayor eficiencia económica y estímulo a la inversión".

Según la normativa, esta desregulación debería impulsar una competencia más amplia en el mercado local de GLP, elevándolo a "estándares internacionales".

Sin embargo, esta medida podría tener un impacto significativo en los consumidores de menor poder adquisitivo, que dependen de las garrafas de GLP para satisfacer sus necesidades básicas de energía.

La eliminación de un tope de precios podría llevar a un aumento en los costos, generando preocupación entre los hogares más vulnerables que utilizan este servicio.

La Resolución de este lunes es un nuevo paso en la desregulación del sector energético, y sus efectos en la economía doméstica serán observados de cerca en los próximos meses.